Festival Oaxaca Sabe: Tr3s 3istro

“La cocina oaxaqueña es mi raíz, es todo lo que tengo. Me crié, me formé y viví con ella momentos memorables y felices. No importa que aprendas o cocines más cosas, al final siempre regresas a la cocina oaxaqueña, la que te hace vibrar” Chef Fermín López

Oaxaca actualmente atraviesa una serie de eventos desafortunados, los cuales han afectado la forma de cómo se percibe la economía local y que, desde luego, han tocado al rubro restaurantero de nuestra capital.

Bajo este marco un grupo de restauranteros se dio a la tarea de idear una forma de acercamiento a su cocina; de ahí nace el festival “Oaxaca Sabe”, el cual pretende mostrar las cualidades y las bondades culinarias de una serie de establecimientos, pasando por un menú de 3 tiempos, acompañados de la bebida de su preferencia, por un precio muy accesible de $250 por visita.

Personalmente me encanta la idea de poder descubrir sabores nuevos en mi entorno y que esto no genere un impacto muy fuerte a mi economía, sin duda, una deliciosa e interesante alternativa.

En el el marco del festival “Oaxaca Sabe” es que se nos dio la oportunidad de visitar el restaurante Tr3s 3istro, ubicado en pleno Zócalo de la ciudad y que nos presenta una decoración bastante elegante, pero sin caer en la excesiva pomposidad, lo que nos da un tono acogedor.

La comida de este restaurante nos hace viajar por el mundo culinario, pero sin descuidar su lado oaxaqueño, todo esto creado por el chef Fermín López que a pesar de no haber estudiado gastronomía nos muestra lo que 20 años de experiencias culinarias pueden hacer en la madurez gastronómica de un chef.

Como primer tiempo en este menú se nos permitió probar una crema de espárragos con queso feta servido en cuenco de pan, aunque es un plato muy sencillo, las particularidades y los detalles lo hacen necesario de disfrutar; la crema proveía de sensaciones muy placenteras con una cremosidad bastante exquisita que además se unían con las “boronas” de pan que se desprendían por la humedad de la que estaban siendo objeto, logrando así, conforme te adentras a este plato, una deliciosa mezcla de suavidad y grumosidad que hace que el paladar se sienta gratamente complacido, además este acto culmina con la bondad de un queso feta en rectángulos pequeños que con esos tonos ligeramente ácidos sorprenden al paladar y crean una fusión muy interesante; un plato delicioso que estoy seguro que no será la primera vez que me dé el tiempo de disfrutar.

Crema de espárragos con queso feta servido en cuenco de pan

Para el segundo tiempo de este día lleno de sabores, como plato fuerte llegó una brocheta de camarones U12 a la hortelana; para dejar un poco claro a nuestros lectores, el “U12” es un calibre asociado a la cantidad de camarones que encontramos por libra, lo que al final nos puede dar una idea del tamaño de los mismos, ya que 12 de estos camarones logran una libra. A pesar de que su servidor no es un fiel amante de los camarones como miembros de la alta cocina mundial, este plato nos presenta la unión mediante una brocheta, de camarones, pimiento rojo, calabacines y tomatillo silvestre, todo emplatado sobre una base de piña. Lo anterior logró su cocción mediante la parrilla, lo que le da unos tonos ahumados muy interesantes, la cocción de las verduras nos mostraba un exterior crocante y un interior suave; el camarón por su parte hacía acto de presencia con unos ligeros tonos salados y muy disfrutables, al mismo tiempo que al fusionarlos con los anteriores ingredientes hacen un juego de texturas que culminan con la acidez de un tomatillo que participa de excelente manera respaldados por un muy ligero sabor amargo del pimiento. Al jugar con los ingredientes del plato entra a escena la piña que participa para crear un nuevo panorama de frescura que complementa a los otros integrantes. Un plato lleno de color, de aromas, texturas y sabor.

Brocheta de camarones U12 a la hortelana

Para culminar como postre y como tercer tiempo de esta tarde, llegó a nuestra mesa un buñuelo con helado de vainilla, miel de panela y pepitas de calabaza. Este es un plato bastante dulce por separado, pero curiosamente logran una interacción muy interesante entre sí, la base de buñuelo con una consistencia firme y crocante, un helado cremoso que se conjuga en un juego de texturas en el paladar que se alimentan de este simple sabor de las pepitas, que además de equilibrar todo el plato nos presenta ese crocante que siempre debe estar presente en la final de uno. Bastante delicioso.

Buñuelo con helado de vainilla, miel de panela y pepitas de calabaza

Esta degustación nos muestra las bondades de la cocina y aunque realmente no encontré el hilo entre plato y plato, disfruté mucho de esta comida y la volvería a disfrutar cualquier día.

Este festival estará activo en alrededor de 20 restaurantes en toda la ciudad del 16 al 23 de septiembre. Así que los invito a recorrer este sendero culinario oaxaqueño para que descubran y experimenten nuevos y diversos sabores.

Y recuerden… ¡Oaxaca Sabe!